Queridos hermanos,

Permitidme que os dirija unas breves palabras.

Echo la mirada atrás, veo a ese niño pequeño que realizaba la estación de penitencia junto a nuestras sagradas imágenes y siento añoranza de la inocencia de aquellos años con la ilusión que esperaba cada jueves Santo ponerme mi túnica de ruan en casa de mis abuelos y salir a hacer mi estación de penitencia.

Los años fueron pasando, ese niño fue creciendo, forma una familia y el pasado año se dan las circunstancias, junto a un grupo de hermanos, en el que decidimos dar este paso hacia delante presentándonos en busca del apoyo de nuestros hermanos para tomar las riendas de nuestra hermandad los próximos cuatro años.

Me toca la difícil aunque responsable e ilusionante misión de convertirme en el Hermano Mayor de mi hermandad de toda la vida, algo que hago con todo el sentido del deber y de servicio por todos los hermanos y hermanas que conforman nuestra hermandad intentando aportar un granito más a la historia de nuestra hermandad como han hecho muchos valientes anteriormente.

Tenemos cuatro años por delante para ir desarrollando y presentando los numerosos proyectos que nos gustaría llevar a cabo y para ello os necesitamos a todos y cada uno de vosotros. Insisto, a todos.

A aquellos hermanos que ya colaboran habitualmente en todos los actos que organiza la Hermandad con la misma implicación e ilusión que han demostrado hasta ahora.

A todos y cada uno de los hermanos que un día, ya fuera por motivos personales, familiares, trabajo o cualquier otro se alejaron de la hermandad. La hermandad es de todos y os animo a que paséis por nuestra casa hermandad frecuentemente, sintiéndola parte de vosotros y que volváis a participar en todos los actos que se organizan.

A los jóvenes de nuestra comunidad, animaos a participar activamente en la vida diaria de la hermandad e ir aprendiendo de los mayores, como tantos hicimos anteriormente para que un día no muy lejano cojáis el relevo en la direccion de la hermandad.

Y como no, a nuestros queridos y respetados mayores, que con su presencia continua y buenos consejos nos ayuden a tomar las decisiones más correctas para el futuro de la hermandad.

Comentaros que tanto la Junta de Gobierno, como yo, estamos a vuestra disposición para lo que podáis necesitar de la Hermandad.